lunes, 21 de marzo de 2011

Violencia en el fútbol

La autopsia de Ramón Aramayo, el hincha de San Lorenzo que perdió la vida ayer antes del partido contra Vélez, determinó que la muerte fue como consecuencia de un edema y una hemorragia pulmonar y cerebral, y que presentaba algunas lesiones producto de golpes que, en principio, no fueron mortales.


Según los investigadores hay lesiones en las mejillas, en las rodillas y en los codos, como así también en la región dorsal que, se cree, pudieron haber sido producidos por el forcejeo con los agentes. Se informa, también, que las lesiones no causaron el desenlace, aunque “podrían haberlo acelerado la muerte”. Y se sospecha que la situación de stress pudo haber ayudado a desencadenar el trágico final.


Según fuentes judiciales, Aramayo presentaba un aumento en el tamaño del corazón y los peritos forenses ordenaron realizar análisis complementarios histopatológicos y toxicológicos para determinar si la muerte fue natural.


Ayer, el fútbol vivió otra jornada negra. Aramayo, de 36 años, se negó a un cacheo y tras un incidente con un grupo de policías se desplomó y murió en las afueras del estadio de Amalfitani. La esposa de la víctima acusó a la Federal: "Le pegó y lo mató", dijo. La ministra Nilda Garré separó de la fuerza a los agentes que intervinieron en el episodio.

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